domingo, 10 de junio de 2012

Abanicos de Triana.

Me gusta mucho el arte y Triana lo tiene.
Hace poco descubri a una pintora de abanicos,que es de mi barrio,su nombre Angeles Alarcon.
Pinta igual que su nombre,como los angeles,recientemente pude asistir junto con unas amigas(siempre bien acompañado,para no variar)a una exposicion en un centro comercial, de Sevilla,mis acompañantes y yo nos quedamos perplejos al ver abanicos con tanto salero,con tanta creatividad y variopintos,si vale la expresion.
Ademas de la alfareria ,el cante,el baile,mi pasión por los toros,los abanicos en Triana,ya tienen un nombre propio.
Mucha suerte Angeles,seguro que mis amigas le piden alguno para estas fechas de tanto calor.

La foto la he copiado de su blog,espero que no le importe.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Toreros de Triana.

No hay en el mundo un barrio más taurino que este de mi Triana" Desde el más antiguo del que tenemos noticias (siglo XVIII) a los que soñaban con el triunfo en el fatídico año 1936. Desde entonces a la fecha la nómina se incrementó extraordinariamente, de modo que ¿cuántos toreros surgieron de la atmósfera del Altozano?, sin duda una infinidad. Y no hace falta recordar que muchos de ellos fueron básicos en el desarrollo de la lidia moderna, caso de Montes, Belmonte, Gitanillo, Cagancho y tantos más.
Un poquito de historia de mi adorado BELMONTE:

Juan Belmonte nació en la sevillana calle Ancha de la Feria, donde su familia tenía una modesta tienda de quincalla. Pocos años después el establecimiento de la calle Feria es atribuido a uno de sus tíos en las particiones de la herencia de su abuelo y la familia se traslada al barrio de Triana, donde su padre abre una pequeña tienda en un hueco del Mercado de Triana, un tenderete que tenían que montar todos los días al amanecer. Los jueves trasladaban el puesto al mercadillo del Jueves. Asistió a la escuela primaria solo entre los cuatro y los ocho años. Quedó huérfano de madre muy pronto.
A los once años su padre deja de llevarlo con él a sus expediciones a los cafés y se rodea con otros chicos de su edad, con los que formó una pandilla que, entre otras correrías adolescentes, se dedicaba a torear clandestinamente, por las noches, en cercados y dehesas de las afueras de Sevilla.
El diestro trianero Antonio Montes Vico era el ídolo de la pandilla, uno de cuyos miembros era el luego conocido líder anarquista Ángel Pestaña. Amigo de su padre fue Calderón, banderillero de Antonio Montes, que le apadrinó en las tertulias y le allanó el camino para sus primeras actuaciones. También le enseñó a mejorar su técnica, ya que Belmonte fue completamente autodidacta. Posteriormente, Calderón sería miembro de su cuadrilla durante muchos años.
 Se inició en la lectura, afición que le acompañaría durante casi toda su vida.

 El inicio del torero

Vistió de luces por primera vez a los 17 años en la plaza de toros de Elvas, en Portugal. El 21 de julio de 1912 triunfó como novillero en la Real Maestranza de Sevilla y fue llevado a hombros hasta su casa. El riesgo que asume llama pronto la atención y comienza a forjarse la leyenda del Pasmo de Triana. Tomó la alternativa en Madrid el 16 de septiembre de 1913 con Machaquito de padrino –ese mismo día se retiraba del toreo– y con Rafael el Gallo, hermano mayor de Joselito, como testigo.
En 1914 comenzó su rivalidad con Joselito o, como él mismo decía, comenzó la rivalidad entre gallistas y belmontistas.
La temporada de 1917 está considerada como la más brillante de su vida profesional. A finales de ese mismo año se presenta en Perú, donde permanecerá un año y conocerá a su futura esposa.
En 1922 anuncia su primera retirada en Lima. Reaparece en los ruedos en 1924.
Se convirtió en ganadero y continuó toreando hasta el inicio de la guerra civil española (1936).

 La revolución de Belmonte

Juan Belmonte en la portada de la revista Time del 5 de enero de 1925.
Belmonte fue trascendental para la historia del toreo porque impuso una revolución artística en el arte de torear. Hasta la aparición de Belmonte, torear consistía básicamente en sortear las acometidas de los toros sobre las piernas con más o menos valor y gracia. Su extraordinario dominio de los terrenos le permitió ejecutar el toreo de una forma nueva, despacio y con una cercanía nunca vista. Puso en práctica los tres tiempos de la lidia: parar, templar y mandar, a lo que más tarde agregó cargar la suerte. Rompió con el paradigma lagartijero, considerado hasta entonces ley natural, de «o te quitas tú o te quita el toro» y lo transformó en «no te quitas tú ni te quita el toro si sabes torear». La idea de torear quieto se convirtió en el deseo de todo torero, aunque con el toro de entonces no era siempre posible, y logró culminar Manolete, que alcanzó la quietud total. En resumen, la aportación de Belmonte fue sobre todo estética ya que su arte revolucionario se convirtió para las generaciones posteriores en el nuevo paradigma del clasicismo durante todo el resto del siglo XX.
Su valor y su heterodoxia, toreando de un modo que hasta entonces se pensaba imposible, lo ilustra la sentencia de Rafael Guerra (un matador de toros muy reconocido cuando comenzaba Belmonte su carrera), que le acompañó durante toda su carrera: «Darse prisa a verlo torear porque el que no lo vea pronto, no lo ve». Su épica rivalidad con Joselito dividió a la afición en gallistas y belmontistas, algo que no impidió que ambos fuesen grandes amigos y se profesasen respeto y admiración mutua. El público quería verlos juntos y coincidieron en decenas de corridas durante varios años, lo que hizo que ambos se influyesen y evolucionasen mutuamente, configurando también de forma definitiva el futuro del toreo moderno.

El mito de Belmonte

Estatua de Belmonte junto al Puente de Triana, en Sevilla, obra de Venancio Blanco, del año 1972.
Belmonte también cambió la imagen tradicional de los toreros: se relacionó con grandes nombres de la cultura (como Valle-Inclán, Pérez de Ayala, Ignacio Zuloaga o Julio Camba), que le agasajaban y le consideraban un verdadero artista, y adoptó sus modos e incluso su estilo de vestir, renunciando a la coleta clásica de torero.
 La Generación del 98, que no era en principio nada taurina (veían en los toros un síntoma del atraso hispano), se hizo belmontista casi al completo: más que la fiesta en sí misma, admiraban sobre todo al héroe que veían en Belmonte. Hasta tal punto compartía Belmonte afanes e inquietudes con ellos, que hay quien afirma que fue un miembro más de la Generación del 98 y que solo se diferenciaba en el modo de expresarse.[1]
Ningún torero ha tenido antes ni después tantos apoyos entre intelectuales del máximo nivel. Un destacado representante de la Generación del 27, Gerardo Diego, le dedicó la «Oda a Belmonte»:
Yo canto al varón pleno,
al triunfador del mundo y de sí mismo
que al borde —un día y otro— del abismo
supo asomarse impávido y sereno.[2]
Belmonte fue amigo también del escritor estadounidense Ernest Hemingway y aparece de forma destacada en dos de sus novelas: Muerte en la tarde y Fiesta. Pero el que acabó de forjar el mito belmontino fue la biografía que le escribió el periodista sevillano Manuel Chaves Nogales, titulada Juan Belmonte, matador de toros, su vida y sus hazañas.
A punto de cumplir 70 años, Juan Belmonte se suicidó de un disparo en su cortijo de Gómez Cardeña —entre Sevilla y Jerez— el 8 de abril de 1962, lo que no hizo sino inmortalizar su mito. Fue enterrado en el Cementerio de San Fernando de Sevilla.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Guapa y Guapa!!!!!

Si por algo me siento orgulloso de ser TRIANERO,es por esta imagen de mujer que veneró,mi ESPERANZA DE TRIANA.
La Esperanza de Triana goza de una  gran popularidad en Sevilla, y fuera de la capital,pero en su barrio, Triana ademas de ser la Virgen de mis amores,tiene en los trianeros,sus mejores devotos.
La hermandad dispone de dos bandas de cornetas y tambores propias: la de San Juan Evangelista que acompaña a la cruz de guía en su estación de penitencia, y la del Santísimo Cristo de las Tres Caídas tras el paso de misterio. Tuvo también una banda de música propia pero ésta desapareció, pasando a acompañar a la Virgen desde entonces la Banda de Música Santa Ana, de la vecina localidad de Dos Hermanas.
Con motivo de la lluvia, las cofradías de la madrugada del Viernes Santo decidieron suspender su estación de penitencia en el año 2004, sin embargo, la Hermandad de la Esperanza de Triana realizó su estación de penitencia a la santa iglesia catedral en virtud de los partes meteorologicos que manejaba y fue la única que procesionó aquella madrugada, en la que ya poco amenazaría la lluvia. De esta madrugada debemos destacar también la memorable entrada en carrera oficial realizada por la Hermandad, la cual fue dedicada a todas las hermandades que no pudieron realizar su estación de penitencia a la santa iglesia catedral y en la que tanto el paso de misterio como el de palio recibieron una multitudinaria ovación por parte del público presente. Sin embargo en el año 2011 no realizó estación de penitencia como las otras cinco hermandades de la Madrugá Sevillana.
Por su parte, la efigie del Santísimo Cristo de las Tres Caídas presidió el solemne Vía Crucis que organiza el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla en el año 2006.

Ya nos queda menos compañeros,ya nos queda menos,para ver balancear sus varales por las calles de Triana y Sevilla.

jueves, 29 de diciembre de 2011

La mujer Trianera.

El Barrio de Triana de Sevilla,es muy peculiar,su historia y su particular filosofía trianera han ido creando con el paso del tiempo,un barrio mítico donde la diversificacion, la convivencia, la belleza de lo popular y el orgullo de su gente, han hecho de este barrio un lugar especial y único de Sevilla.

Para entender Triana,es preciso conocer a sus mujeres,como el mismo barrio,son puro orgullo y su belleza,esa manera de andar,de sonreir y de conquistar con una  mirada,hacen que perdamos el norte...
En un pequeño librito,"Triana y la suerte"de  Juan Moreno Escolar,encontre esta poesia:Va por ellas!
Si ustedes miran al cielo,
y de pronto no ven la luna
es que bajó el altozano
dejando la noche a oscuras
Se ha pintao unos ojos verdes
se ha vestio de gitana
la vieron de madrugada
bailando sola en Triana
Farolillos en el cielo,
se reflejan en su orilla,´
pa velá,la de Santa Ana,
pa soñá,tu cara mi niña
Una cucaña en rio
una guitarra sonando
y unos ojos de mujer
que siguen enamorando
Que no se detengan las palmas
de los que inventaron el compas
La luna apoya en el puente,
escucha una soleá
Si alguien la esta buscando
porque no puede soñar,
que pregunte por Triana
y la busquen en la Velá.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Triana,mi barrio.


Triana es uno de los más famosos e importantes barrios de Sevilla, del que muchos dicen que es donde se encierra la auténtica esencia sevillana. Triana fue tradicionalmente un barrio de alfareros, marineros y obreros y se hizo famoso por sus toreros y sus cantaores y bailaores de flamenco, ya que contó desde tiempo inmemorial con la presencia del pueblo gitano.

Esto es lo que en un principio dice cualquier guia turistica,pero desde este blog,voy a intentar transmitir,lo que es para un servidor este barrio,con solera.